Este es un fragmento de "Así hablo Zaratustra", cada vez que lo leo descubro algo nuevo. Es que Nietzsche tiene eso...
En tus ojos he mirado hace un momento, ¡oh vida! Y en lo insondable me pareció hundirme.
Pero tú me sacaste fuera con un anzuelo de oro; burlonamente te reíste cuando te llamé insondable.
«Ése es el lenguaje de todos los peces, dijiste; lo que ellos no pueden sondar, es insondable.
Pero yo soy tan sólo mudable, y salvaje, y una mujer en todo, y no virtuosa:
Aunque para vosotros los varones me llame ‘la profunda’, o ‘la fiel’, ‘la eterna’, ‘la llena de misterio’.
Vosotros los varones, sin embargo, me otorgáis siempre como regalo vuestras propias virtudes - ¡ay, vosotros virtuosos!»
Así reía la increíble; mas yo nunca la creo, ni a ella ni a su risa, cuando habla mal de sí misma.
Y cuando hablé a solas con mi sabiduría salvaje, me dijo encolerizada: «Tú quieres, tú deseas, tú amas, ¡sólo por eso alabas tú la vida!»
A punto estuve de contestarle mal y de decirle la verdad a la encolerizada; y no se puede contestar peor que «diciendo la verdad» a nuestra propia sabiduría.
Así están, en efecto, las cosas entre nosotros tres. A fondo yo no amo más que a la vida - ¡y, en verdad, sobre todo cuando la odio!
Y el que yo sea bueno con la sabiduría, y a menudo demasiado bueno: ¡esto se debe a que ella me recuerda totalmente a la vida!
Tiene los ojos de ella, su risa, e incluso su áurea caña de pescar: ¿qué puedo yo hacer si las dos se asemejan tanto?
Y una vez, cuando la vida me preguntó: ¿Quién es, pues, ésa, la sabiduría? - yo me apresuré a responder: «¡Ah sí!, ¡la sabiduría!
Tenemos sed de ella y no nos saciamos, la miramos a través de velos, la intentamos apresar con redes.
¿Es hermosa? ¡Qué se yo! Pero hasta las carpas más viejas continúan picando en. su cebo. Mudable y terca es; a menudo la he visto morderse los labios y peinarse a contrapelo. Acaso es malvada y falsa, y una mujer en todo; pero cabalmente cuando habla mal de sí es cuando más seduce.»
Cuando dije esto a la vida ella rió malignamente y cerró los ojos. «¿De quién estás hablando?, dijo, ¿sin duda de mí?
Y aunque tuvieras razón, - ¡decirme eso así a la cara! Pero ahora habla también de tu sabiduría.»
¡Ay, y entonces volviste a abrir tus ojos, oh vida amada! Y en lo insondable me pareció hundirme allí de nuevo. -
Cumpleaños del blog y fin de año
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*Fin de año, balance, deseos y este espacio que sigue cumpliendo años. Fue
en Septiembre pero nunca es tarde para celebrarlo. 18 años de un blog que...
Hace 3 días