La venganza, ¿nunca es buena?

Ahora que dije basta a los exámenes por un tiempito, me di el lujo de ver la llamada "Trilogía de la venganza" del director coreano Chan-wook Park. La trilogía está conformada por las siguientes películas:
Sympathy for Mr. Vengeance
Old Boy
Sympathy for Lady Vengeance

Si bien cada uno es un film autónomo, con su particular forma de encarar el tema de la venganza, el hilo conductor es obviamente la venganza. Y por supuesto, cada vez que terminaba de ver cada una de las pelis enseguida surgía en mí la reflexión sobre ese peculiar sentimiento del ser humano. En realidad, la venganza sería el acto consumado, lo que la moviliza sería un sentimiento de ira, odio, rencor, las pulsiones al servicio de Tánatos según Freud.
Esa fina diferencia entre el acto de venganza y la fuerza que la impulsa queda bien especificada en la trilogía de Chan-wook Park. En efecto, estos films muestran una violencia directa, absolutamente sin rodeos en el caso de Mr. Vengeance, más diluído en el caso de Lady Vengeance. Chan-wook Park te muestra el acto de venganza en forma pura, tarde o temprano descubrimos los hechos que motivan el deseo de venganza por parte de los personajes, que los impulsan a llevar a cabo (de distintas maneras obviamente) su cometido.

Los juicios de valor no aparecen en ningún momento, nosotros vemos los actos concretos, pues los personajes son seres humanos, ante una situación altamente dolorosa y traumatizante se libera automáticamente esa parte del alma que intentamos domesticar constantemente para llevar a cabo nuestra normal experiencia social. Son nuestros instintos naturales de agresividad, que ante una situación extrema se deshacen de cualquier barrera y nos impulsan a cometer actos "violentos". Entonces, si atendemos a esta consideración, entendemos por qué es innecesario aplicar un juicio de valor al acto de venganza.
"La venganza nuca es buena, mata el alma y la envenena". Si bien Chan-wook Park sugiere desestimar este dicho popular, lo cierto es que en su afán de venganza, cada personaje termina (algunos más otros menos) por encontrarse en situaciones desfavorables. Los finales no son felices (aunque todo está más suavizado en Lady Vengeance), pero la venganza es una salida inevitable para cada uno de los personajes.
¿Y quien no ha sentido un sentimiento de venganza en algún momento y por cualquier asunto nimio, insignificante? Entonces cuando realmente hay motivos importantes que te llevan a liberar tus sentimientos destructivos hacia distintas personas, no hay lugar para aplicar calificativos morales. La venganza es algo que sucede a menudo, y Chan-wook Park lo retrata de un modo magistral a través de esta trilogía, haciendo cima con Old Boy, su película más aclamada.
Cada una de las tres películas se centra en distintos aspectos de la venganza. Mr. Vengeance es la más cruda, sólo importan los actos concretos, las causas no demoran mucho en saberse, la cuota de misterio es mínima. Old Boy en cambio mantiene un suspenso constante, lo central es la causa que lleva a la venganza, la intención es que estemos en empatía con el protagonista, y tratemos de descubrir el por qué de un pasado desesperante que le tocó sufrir. Y en Lady Vengeance, aunque también es importante el por qué de una situación horrible, lo central es el modo en que se llevará a cabo la venganza, su planificación.

La trilogía de la venganza es una obra genial, en especial Old Boy. De más está decir que se la recomiendo a cualquiera que no haya visto todas o alguna de las tres, y que además no se impresione al ver sangre y torturas, porque hay mucho de eso...

“OldBoy es una historia sobre la venganza… sobre la cara positiva de dejar que la gente sienta la catarsis a través del acto de la venganza. Para mí, es el acto más dramático que existe en el mundo”. Chan-wook Park