martes, 4 de septiembre de 2007

Que levante la mano el que no discrimina

Según una encuesta realizada por sociólogos de la UBA "El 76% de los adolescentes discrimina y tiene un alarmante nivel de racismo". Me enteré de esta encuesta por la nota que pasaron en CQC (ok, el programa esta cada vez mas en picada pero se rescatan algunas cosillas), en la que se mostraban testimonios de algunos pibes a modo de ilustración.
Desconosco cuales fueron los objetivos que se plantearon al hacer la encuesta, pero está claro que la discriminación excede los limites de la edad, todos tenemos algo de racistas y etnocentristas, no es una problemática que se pueda referir solo al periodo de la adolescencia. Y otra aclaración importante es que si bien hablamos de racismo, tenemos por costumbre englobar en ese termino otras formas de discriminación como el etnocentrismo o el sociocentrismo de clase. En efecto, decimos que si discriminamos a un judío o a un gitano eso es racismo, cuando se debería hablar de etnocentrismo. Pero mas allá de estos detalles, lo que quería decir es que todos somos discriminadores, porque todos somos humanos (eso creo). Al primer encuentro con alguien diferente discriminamos, la mayoría de las veces atribuyendo cualidades negativas a ese otro o creyéndonos superiores. Obvio que hay distintos grados de discriminación, volviéndose una problematica social. Pero lo importante es empezar a reconocer que somos racistas, y muy especialmente etnocentristas; y ojo, que no es que "los argentinos son discriminadores" o "los adolescentes son discriminadores", sino que los humanos somos así, el problema empieza donde la diferencia implique el perjuicio de una de las partes.
Pero insisto, todos somos discriminadores aunque sea por dentro. En mi caso lo mas fuerte que puede pasar es que se me escape algún "negro de mierda" refiriéndome a un villero. Y si alguno llegara a pensar que de racista o etnocentrista no tiene nada, los invito a escuchar estos chistes del Gato de Verdaguer, después me dicen...




1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido a pleno con vos. Y otra cuestión: odio a la gente que dice "yo tengo un amigo judío, negro o lo que fuere". Como diciendo "no los discrimino, hasta les hablo y todo". Puf, eso sí que es discriminar!
Beso.
Seguiré pasando.